martes, 3 de septiembre de 2013

Siempre tuya, siempre mío, siempre nuestro...

Hay una luz pequeñita en mis ojos. Una luz que a veces se hace muy cegadora, como que a veces se ahoga en si misma. 
Cuando alguien la ve, la llama "esa chispilla", yo en su momento la llamé "emoción". Ahora esa luz, está tomando fuerza. Ha pasado de ser una emoción a tener mil y un matices diferentes, dependiendo del estado de ánimo de uno u otro. Pero sigue siendo mi lucecita, la que no se apaga y la que siempre estará ahí.

Me encanta cuando por las mañanas, te despiertas, te arreglas a toda prisa. Crees que no te estoy mirando, pero lo hago de reojo para que no te des cuenta. En realidad, cuento los segundos que quedan para que me des mi beso de "buenos días cariño" y "nos vemos luego". Cuando sales por la puerta, intento volver a dormirme para que pasen rápido las horas para volver a verte, pero cuando no puedo más, cojo el móvil para mandarte tu "buenos días". 
A partir de ahí, empieza un día mas esperando verte, sólo eso, verte. Hablamos mucho durante el día, pero yo solo quiero verte. 

"Me acostumbré a tí corazón, a tus horas, tus minutos, tus segundos.
Me acostumbré a ti mi cielo, a tus ojos, a tus manos, a tu cuerpo.
Me acostumbré a ti amor, solo a tí."

Cuando cae el día, volvemos a encontrarnos. Y todo vuelve a empezar. Y nada vuelve a ser como antes, porque cada día es diferente a tu lado, pero tan magnífico como el primero en el que te vi te acuerdas?

Hoy de eso hace 3 años, pero me encanta recordarlo una y otra vez. Porque me acostumbré a ti corazón y "esa chispita" de mis ojos está como loca por cruzarse con la tuya.

Te amo*

*Nuna.




No hay comentarios:

Publicar un comentario