viernes, 26 de mayo de 2017

Déjame que te cuente

Siéntate a mi lado por favor, déjame que te cuente lo que siento.
De un tiempo a esta parte, has cambiado mucho. No es que lo diga yo, lo dicen tus ojos, tu sonrisa (muchas veces triste). Lo dicen tus actos.

No quiero que me tomes en serio, ya que nunca lo has hecho, no vendré yo ahora a decirte lo que tienes que hacer. Dios me libre! Solo quiero decirte lo que siento. Puedo?

Déjame que te cuente todo este tiempo que he pasado sin ti. Esos minutos, horas, días, meses que han ido pasando y que tu ni tan siquiera les has dado importancia. Para ti el tiempo todo lo cura, para mi el tiempo lo que hace es acelerar el olvido. Las cosas que duelen siempre estarán ahí, solo las enterramos, corremos un tupido velo y seguimos con nuestro camino. Pues no, no quiero eso. Cada dolor, cada página que paso, cada capítulo que dejo sin cerrar para mi es una herida tapada que no se cura. Se van poniendo capas de fortaleza y no, no se debe hacer así.

Déjame que te cuente que he ido aprendiendo he aprendido a no escuchar tonterías, a entender cuando una palabra viene del corazón y cuando viene de la cabeza. He aprendido a no saber entenderte porque no tengo necesidad de ello. He aprendido a no correr a buscarte porque no te necesito. He aprendido a priorizar momentos que solo yo puedo sentir.

Déjame que te cuente que ahora me pongo a mi por delante. Que antes que nada va mi vida y el fruto de mis anhelos, lo que más quiero en este mundo.

Déjame que te cuente que si no sabes lo que siento no me digas que no lo sienta.

Déjame que te cuente que no estás haciendo lo mejor aunque eso ya lo sabes verdad?


Déjame que te cuente que todo cambia y yo también.