miércoles, 17 de diciembre de 2014

Darse un respiro

Llegan las fiestas, y con ellas momentos en los que nos juntamos con la familia, amigos etc. Son momentos que cada uno los vive a su manera. Hay personas que las fiestas las viven de manera amarga por algún recuerdo o porque simplemente no le aportan nada. Yo soy de esas personas que las disfruta hasta el último momento, y me da mucha pena cuando se terminan. No se si será porque el mes de diciembre, al ser el mes en que nací o por la llegada del frío, me parece mas entrañable de lo normal. Siempre he vivido las fiestas en mi casa de una manera especial. Después de mi cumpleaños montábamos el Belén, encendíamos el fuego de la chimenea en la casita de la montaña y nos sentábamos a recordar viejas historias que contaba mi abuela y mi padre. Los días señalados, la casa siempre desprendía un olor riquísimo! mi madre cocinaba cada año algo mas elaborado y como no, los demás dejábamos patente nuestra ilusión por tan maravillosos platos! Siempre se celebraba en el pequeño circulo familiar que estaba compuesto por mis padres y mis abuelos. Y para mi, era mas que suficiente.
Con el paso de los años, como es ley de vida, ha ido faltando gente. He ido viviendo las cosas de manera diferente. Las fiestas se han enfriado. Ya no somos los mismos. Quizás nos hemos vuelto mas pasotas o ya no le damos la misma importancia a las pequeñas cosas y ese es nuestro error. No nos damos cuenta que en las pequeñas cosas está la verdadera felicidad. Vamos quedando menos en casa pero la Navidad sigue siendo importante para los que quedamos que somos los que tenemos que estar y mas unidos que nunca. La familia crecerá, ya que ahora tengo la familia de mi futuro marido conmigo y eso es muy importante también, Pero los míos son los míos.
Por eso, en estas fechas, creo que es bueno de que todos hagamos un pequeño paréntesis, nos paremos a pensar en nuestras cosas, en darle importancia a esas pequeñas cositas de la vida que realmente nos hacen felices y sobretodo estar con los nuestros, que ahora mismo, y con la que está cayendo no nos cuesta nada y espiritualmente (al menos a mi) nos llenará mucho más.
Vamos a darnos un pequeño respiro de las monotonía y hagamos un alto en el camino para poder recuperar fuerzas y comernos la famosa cuesta de enero.

FELICES FIESTAS A TOD@S!


*Nuna,