Me rompieron los sueños las palabras, los ideales estereotipados. Creí en lo que nos querían hacer creer, crecí con la idea que todos los finales serían felices.
Y ahora, una vez mayor, me paro a releer, visualizar, escuchar todos y cada uno de esos cuentos que en el fondo nos ayudaron a crecer. Nunca me paré a pensar en las princesas dependientes de un valiente caballero, nunca me pare a analizar las canciones de amor que lanzaban al aire las chiquillas desesperadas, pero si lo sentí todo. Sentí como se te rompe el corazón cuando el que creías tu valiente principe se marcha antes de las 12 de la noche y te preguntas: y ahora quien recogerá mi zapatito de cristal?
He vivido cuando te preparas para el gran baile, con tus mejores galas y no aprece o cuando esperas a que te den ese beso tan esperado para despertar de un sueño profundo.
Creo en la magia que hay en el amor. Creo en las sensaciones que produce, pero no creo en el "dejarlo todo", en el "me muero sin ti". Yo decidí estar contigo y si, podría vivir perfectamente sin ti pero sabes que? No quiero hacerlo.
Se acabaron los cuentos de hadas que nos hacen creer que el amor es ser dependiente, morir de amor. El amor va mucho mas alla de todo esto. No se trata de estar enganchad@ a esa persona, es saber ser tu mism@ con esa persona al lado.
*Nuna.
Espero que estiguis bé, bonica.
ResponderEliminarÚltimament t'he llegit coses que em fan pensar i repensar. La veritat és que quan més prompte assumim que els finals perfectes són ficció, més fàcil és viure (i conviure). Els finals només són això, finals. I sempre s'inicien altres camins.
Una forta abraçada!