domingo, 21 de septiembre de 2014

Relato: Sígueme, aunque no me veas....

Hace unos días, siguiendo mi rutina diaria, fui a coger el tren para ir a trabajar. Normalmente, siempre me llevo un libro para entretenerme pero ese día algo me hizo dejarlo guardado en la mochila. Me senté en frente de una pareja que a primera vista, parecían la pareja perfecta. Cogidos de la mano y con un perrito labrador precioso. Me percaté que el perro llevaba el cachivache ese que llevan los perros lazarillos pero no le di importancia.
Mientras los miraba, empezaron una conversación diferente. Me dí cuenta que ella le cogía la mano para hablar con él en signos y el cuando le quería decir algo hacía exactamente lo mismo. Ninguno de los dos articulaba palabra alguna, solo eran signos unidos en sus manos.
Al levantarme, vi que ellos también lo hacían, y me seguían a la puerta por donde yo también iba a salir, con su perro lazarillo. Después de un buen rato, escuché que el chico en su mochila llevaba un cascabel grande colgado. Entonces lo entendí todo.
Ella era ciega y muda, y el sordo y mudo. Ella llevaba al perro lazarillo y él llevaba un cascabel para que ella no se perdiera y siempre siguiere ese sonido. Por eso, cuando hablaban, como ella no puede ver sus signos para entenderlo, tiene que cogerle la mano para saber lo que dice y él también lo hace.
Ahí vi tantas cosas.... vi el amor sincero entre 2 personas que no necesitan más para comunicarse que sus manos. Se aceptan tal y como son y les da igual todo lo demás mientras se tengan el uno al otro.

*Nuna.

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